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Monsaraz

Monsaraz

El pueblo de Monsaraz conserva la magia de tiempos pasados.

Monsaraz es uno de los pueblos amurallados más bellos de Portugal.

Se trata de una señorial villa medieval que conserva su magia de antaño como pocos lugares en el mundo. Este lugar, construido a base de cal y esquisto, nos susurra magníficas historias de osados reyes, caballeros templarios, personajes valientes y damas de belleza sencilla entre el eco que producen nuestros pasos al recorrer sus calles. Este histórico pueblo alentejano, uno de los más antiguos de Portugal, permanece congelado en el tiempo.

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Descubrir Monsaraz es viajar al pasado y disfrutar de la historia en el presente. ¡Y hay tanto que ver y que sentir en esta cautivadora máquina del tiempo ubicada en pleno corazón del Alentejo!

Gracias a su privilegiada ubicación en la cima de una colina con vistas al Guadiana y a la frontera con España, Monsaraz siempre ha sido un enclave codiciado por múltiples civilizaciones, que se han disputado su dominio desde tiempos prehistóricos. En la región, se registran varios cientos de yacimientos arqueológicos de los periodos Paleolítico, Neolítico, Calcolítico, Edad del Bronce y Edad del Hierro.

Las murallas que rodean el pueblo albergan una acogedora población en la que la luz acaricia las casas pintorescas y tradicionales de los hospitalarios habitantes de esta región. En cualquier restaurante, se recibe al visitante con el cante alentejano, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2014.

Monsaraz es también uno de los principales destinos de turismo astronómico de Portugal. La reserva Dark Sky Alqueva fue la primera del mundo en obtener la certificación Starlight Tourism Destination, que atestigua las características únicas del cielo nocturno de este pueblo alentejano.

A aquellos que se aventuren a descubrir sus estrechas calles, sus soleados rincones y esquinas o sus construcciones elevadas, como el Campanario y la Torre das Feiticeiras, seguro que les invadirá una sensación de asombro y sorpresa provocada por el magnífico y tradicional paisaje ahora enriquecido por la belleza del Gran Lago Alqueva.

Además de los factores ambientales que resultan de la combinación de las influencias mediterráneas y atlánticas, con una riqueza de colores que varía en función de los ciclos naturales y de las estaciones del año, la gastronomía, que se caracteriza por el uso y la combinación de hierbas aromáticas, aceite y pan, es también uno de los platos fuertes de esta región. Por lo tanto, la presencia en la mesa de pan tradicional alentejano, aceitunas, queso y embutidos es obligatoria.