El pueblo de Piódão, también conocido como el “pueblo pesebre”, gracias al tono y el diseño de sus casas de esquisto, nos invita a conocer un mundo pintoresco.
Piódão es uno de los pueblos históricos de Portugal, donde el tiempo conserva la belleza de la región y donde hay innumerables escenarios para visitar y perderse en su encanto.
Ubicado en un magnífico valle, al abrigo de los fuertes vientos que castigan la cima de la impresionante Serra do Açor, el majestuoso pueblo de Piódão nos hace pensar en la imagen de un pesebre debido a la forma armoniosa en que se organizan sus casas, en forma de anfiteatro.
Son las tradiciones que dan alma al pueblo, junto con la gente local, lo que nos hace sentir como en casa desde el primer momento, hasta el momento de partir hacia una nueva aventura.
Aunque algunas tradiciones se han perdido, otras persisten y son visibles para los visitantes.
Las cruces colocadas en el dintel de las puertas tradicionales pintadas de azul, son una costumbre de los piodenses que, en el Día Santo, después de ir a misa, clavan en el dintel de las puertas delanteras de las casas una pequeña cruz de madera con laurel y olivo, invocando la protección de Santa Bárbara contra el mal tiempo.
La producción artesanal también es muy característica en este pueblo y corresponde a objetos de esquisto como miniaturas de casas de Piódão, cestería, cucharas y cuencos de madera. En la plaza de la iglesia, encontramos tiendas de artesanías y licores, que nos hacen catar los sabores de Piódão, como el delicioso pan de patata, miel, queso de montaña, los licores o el aguardiente.